En septiembre de 1973, un inmenso velo cubrió al país. La dictadura cívico militar comienza su control del país, y con ello, la persecución política a todos los miembros del gobierno de Allende, sus simpatizantes, y en general, a cualquier ciudadano que no adscribiera las directrices del nuevo gobierno. Para ello, los militares idearon un riguroso sistema de hostigamiento político y represión sistemática, implementando más de 1.168 Centros de Detención a lo largo de Chile. De ellos, un número importante fueron inicialmente casas particulares o casas de fundos modificadas para estos usos, otras eran clínicas o edificios públicos y civiles como centros deportivos, universidades, liceos y colegios, hospitales, estaciones de bomberos, estaciones de trenes y edificios de la administración pública. Junto con ellos hay también instalaciones de uniformados que se vuelven centros de detención como unidades militares, unidades de Policía de Investigaciones, unidades de Carabineros. Incluso algunos barcos, salitreras o pueblos enteros que se convirtieron en Centros de Detención y Tortura. Finalmente podría mencionarse el caso de las cárceles, que, generadas para albergar delincuentes, son utilizadas para encerrar a prisioneros políticos (Santos, 2016).
Dentro de los Centros de detención existentes en Santiago de mayor conocimiento público es posible mencionar a Villa Grimaldi, Londres 38, la “Venda Sexy”, Cuatro Álamos, La Firma de calle Dieciocho, entre tantos otros. Todos ellos funcionaron de manera oculta a la vida de la ciudad. Dentro de esta lógica, en la zona norte de la capital se habilitaron un número importante de inmuebles como centros de detención, entre los que se encuentran identificados de acuerdo a las Comisiones Rettig y Valech, los cuarteles Venecia y Maruri. A estos se suman dependencias de Carabineros, de los cuales una veintena de personas fueron secuestradas por los agentes del Estado y que hasta el día de hoy figuran como detenidos desaparecidos (La Cañadilla, 2017).
Estos centros fueron en muchas ocasiones, lugares de paso para los detenidos en espera de ser trasladados al centro de tortura y detención más importante existente al norte del Mapocho: el Cuartel Borgoño, localizado en el número 1470 de la calle homónima. Este lugar fue ampliamente utilizado por la Central Nacional de Informaciones (CNI, cuyos agentes de seguridad nombraron como «Casa de la Risa». Aquí tenían su base de operaciones las unidades especializadas en el MIR y más tarde el FPMR (La Cañadilla, 2017).
Durante la década de los ochenta, el recinto de detención fue reconocido por los familiares de detenidos, víctimas de violaciones a los derechos humanos y activistas, quienes acusaron su existencia. En la misma década, el Movimiento contra la Tortura Sebastián Acevedo realizó protestas emblemáticas en las afueras del Cuartel Borgoño. Ambos hechos son una marca histórica en la denuncia de tortura en Chile (Memoria Viva, 2013).
Los inmuebles que fueron utilizados por la Central Nacional de Informaciones (CNI) en calle General Borgoño, datan de principios del siglo XX y estuvieron ligados al desarrollo de la infraestructura de salud pública y sanitaria que se instaló en el límite del Camino de Cintura trazado por el Intendente Benjamín Vicuña Mackenna a fines de siglo XIX. El Instituto de Higiene fue creado en 1892 con sus pabellones de Higiene y Estadística, Química y Toxicología y Microscopía y Bacteriología. En 1896 fueron creadas las últimas secciones: Seroterapia y Desinfectorio Público.
Las edificaciones para albergar los cinco pabellones, asentadas en la ribera norte del río Mapocho, fueron proyectadas a comienzos del siglo XX “participando importantes arquitectos como Emile Jéquier, quien construyó la sección de Higiene y estadística y Pedro Donoso Grillé, quien realizó importantes investigaciones sobre infraestructura hospitalaria y sanitaria, además de proyectar el Desinfectorio Público” (Decreto, 2017).
El Instituto fue cerrado, pasando las instalaciones a depender en 1936 del Ministerio de Salubridad Pública y en 1952 del Servicio Nacional de Salud. En 1977 su administración estuvo a cargo de la CNI hasta 1988, fecha en que fueron entregadas a la Policía de Investigaciones.
En abril del año 2017 el Consejo de Monumentos Nacionales, declara Monumento Nacional en categoría de monumento histórico al «Sitio de Memoria Cuartel Borgoño de la Central Nacional de Informaciones”.
Bibliografía para profundizar
- Decreto Nº 347 que proclama Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico al Sitio de Memoria Cuartel Borgoño, año 2017.
- Expediente Zona Típica 2017.
- Figueroa Dante, Campos Alicia, Cares Macarena, Duarte Patricio y Sahady Antonio., Arquitectura Patrimonial de Independencia. Una mirada histórica y urbana desde el siglo XXI, Santiago: Ed. Ocho Libros y Corporación de Cultura y Patrimonio de Independencia, 2018.
- La Cañadilla, Rutas Patrimoniales de la Comuna de Independencia, Santiago: Imprenta Montesinos, 2017.
- Memoria Viva “Cuartel Borgoño”. Sitio web año 2013.
- Santos Herceg, José “Los centros de detención y/o tortura en Chile. Su desaparición como destino”. Revista Izquierdas, Santiago, enero 2016.